jueves, 2 de mayo de 2013

Mitos nacionales y book crossing radiofónico

En nuestro cuarto programa Diego inaugura la sección humanística hablando de mitos nacionales; ¿cómo entender el presente de las naciones sin conocer las mezclas de leyenda y realidad que sirvieron como base a esas construcciones? También en este programa liberamos en pleno directo los siguientes libros: El capitalismo financiarizado: expansión y crisis; Vacas, cerdos, guerras y brujas; El mejor lugar del mundo es aquí mismo; y El manifiesto contrasexual.

Raquel nos invita a ver Los amores imaginarios. Aquí os dejamos el trailer para ir abriendo boca: https://www.youtube.com/watch?v=OAGZz7Jgr8I.

Además, una pincelada morada algo más dura de lo que Andrea nos había acostumbrado. Y un fragmento de Ventajas de viajar en tren. 

Y aquí os dejamos aquí la playlist del programa:


  • Hombre bueno - Depedro
  • No more heroes - The Stranglers
  • Sufrir - Javiera Mena
  • Verano azul, invierno nuclear - Band à part
  • Leyenda - Joe Crepúsculo



Y el podcast con el editorial:





Señoras y señores, damas y caballeros, ha llegado a su ciudad el gran circo de los sindicatos mayoritarios: el 1 de mayo.

Durante el día de mañana podrán ver por las calles de su ciudad hordas de trabajadores ataviados con todo tipo de propaganda del sindicato del que con mayor o menor convicción forman parte. En este apasionante espectáculo encontraremos a los, muy cumplidores con la fecha, afiliados que se pasearán hablando tranquilamente con sus colegas hasta llegar a un acto mazo de reivindicativo en el que unos señores, y remarco lo de señores como personas de sexo masculino, darán un mitin mazo de sentido con el que todos ustedes podrán constatar cómo de puteada está la clase trabajadora, empezando por ellos, claro, que lideran el movimiento.

Ha llegado el 1 de mayo, la navidad de la clase trabajadora, cada vez menos gente cree, pero año tras año repetimos oraciones vacías, peticiones, y recordamos a nuestros mártires, en esta ocasión los de Chicago, a los que en realidad ya nadie recuerda. 

¡Pero es que el 1 de mayo es una fiesta! Un día simbólico que con un poco de suerte todavía recuerda a algunos lo que fue la lucha de la clase trabajadora. Y tan bien que les viene, a los que aún trabajan, un día de descanso; una pena que este año no vaya a hacer bueno para ir a merendar al pinar. Y es que lo que no alcanzo a entender es a quienes todavía siguen a pies juntillas a las grandes marcas sindicales cuando han llevado a cabo expedientes de regulación de empleo entre sus propios trabajadores mientras un más que generoso puñado de liberados sigue viviendo del cuento, con perdón.

Que viva el 1 de mayo y vuestro santo merchandaisin, aunque por aquí haya gente que piensa que mañana no hay nada que celebrar, sino mucho por lo que luchar.




Virginia Hernández

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